Sentirte…
Dudé por un instante, si detener mi paso, darme la vuelta
Y volver a ti… pero ya te llevo…
Saboreando nuestro momento en la memoria,
voy en la ventanilla del asiento 20…
Las plazas, las iglesias, las fuentes, el convento,
Guardan ahora especiales emociones que espero pronto visitar,
Y aunque no estés… encontrarte allí…
Tal cual a una persona le pidieras sus gafas “para ver cómo mira”
Así nos prestamos los ojos… un intercambio…
Y miro cómo ves… y ves cómo miro…
Redescubres un sitio y sonrío al saberte diferente.
Abriéndome camino dentro de ti,
El frío allá afuera nosotros en playa con luna,
Haciendo pedazos la cama,
Del cuello a tus hombros, de los senos a la cintura,
Mi boca como velero dejándote estelas,
Mirando desde tu horizonte… bebiendo tu néctar…
No se que sea… no lo quiero saber… es real:
Al ir de tu mano las cosas parecen tan sencillas,
Aunque se de tus nudos internos que ya iras aflojando,
Tal cual mi calzado,
Tu alma andará a cintas desabrochadas,
Y en donde quieras colocarme en tu vida
No te estorbaré… no ocupo mucho espacio,
Seré el algo/alguien que quiere aromatizarte con amor.
Strangers in the night… amantes por la mañana,
Como si hubiéramos recobrado la memoria de nuestras aventuras,
De años atrás, de cosas pasadas… pongo mi cerebro
A disposición de tus experimentos e igual entenderíamos qué pasó.
Pero no preguntes, no cuestiones… te invito a no descubrir el truco,
Deja que esta magia siga haciéndonos sentir… sorprendiéndonos…
Porque para mí la vida apareció un atractivo corazón de su sombrero
Con cierto nombre, y vale la pena celebrarlo a besos.
