Yo describo una casa una línea de playa
Unas palomas altas muchachas imposibles
Hago el retrato hablado de unas cuantas palabras
Tengo en la piel ceniza de lejanas hogueras
Y he visto caer por la ciudad paredes
Las vastas fundaciones de un pasado de polvo
Yo no quebré ventanas ni he pateado las puertas
Pero he andado pasillos encendiendo las luces
Y el ruido de la lluvia era ruido de carne
Vi construir las torres y pervertir el viento
Ennegrecer las calles y destruir las cartas
Y a un pariente triste que intentó suicidarse
Aquí visité andenes aquí olvidé caricias
Aquí miré las bardas en las hordas del sol
El verano inflamado sobre las pieles de oro
Aquí inventé una casa y la describo siempre
Unas muchachas altas palomas improbables
Muertes leve y el agua que lo rodeaba todo
Aquí tuve unos padres un país unos sueños
Un jardín y ya nada puedo decir que es mío
Hago el retrato hablado de unas cuantas heridas
Y me sobran las palabras/
(musica: fernando fraustro)
Sunday, March 9, 2008
Estrella de Mar
Quisiera encontrar el placer del dolor,
No añorar tus ojos grandes y boca de palabra jugosa,
Pero siempre te vertiste en una dosis para equilibrar,
Para reaccionar ante lo ineludible, para vitaminar el alma.
Eres el caos y el orden de mis ropas,
La hermosa combinación de sueño y pesadilla,
Que me hace despertar sin tormento,
más bien con la irreal angustia de perderte.
Y mira ahora intentando hablar de ser artista,
Y queriendo convertirme en un guerrero.
Lo haré entonces, ¿lo ves?, lo seré para ti,
Para quitarte la espada que te dejó moribunda
Llevarte en mis brazos y curarte con sal,
Recordar que la noche se estrella en tu cabeza
Para coronarte en luz y, por un momento
Recuerdes nuestras confesiones de arena.
Guarda la calma que yo estaré velando la noche,
Hasta que a la primer señal de sol,
Signifique que ya es tiempo de que regreses al mar,
Estrella enarenada, estrella para dar.
No añorar tus ojos grandes y boca de palabra jugosa,
Pero siempre te vertiste en una dosis para equilibrar,
Para reaccionar ante lo ineludible, para vitaminar el alma.
Eres el caos y el orden de mis ropas,
La hermosa combinación de sueño y pesadilla,
Que me hace despertar sin tormento,
más bien con la irreal angustia de perderte.
Y mira ahora intentando hablar de ser artista,
Y queriendo convertirme en un guerrero.
Lo haré entonces, ¿lo ves?, lo seré para ti,
Para quitarte la espada que te dejó moribunda
Llevarte en mis brazos y curarte con sal,
Recordar que la noche se estrella en tu cabeza
Para coronarte en luz y, por un momento
Recuerdes nuestras confesiones de arena.
Guarda la calma que yo estaré velando la noche,
Hasta que a la primer señal de sol,
Signifique que ya es tiempo de que regreses al mar,
Estrella enarenada, estrella para dar.
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