Entreabierto

No deseo andar de raquero de emociones en esta parte geografica,
ni recoger los pedazos que voy dejando
en notas y acordes por toda la orilla de la playa,
como si se desarmonizaran mis manos...

Si sigo vivo es por la buena resiliencia,
y si te escribo es por la respuesta al estímulo
que recibo de tus palabras;
hay un silencio creativo entre los dos,
mientras el incienso y la hierba hacen humeantes acrobacias,
al igual que las imágenes tuyas en mi cabeza,
sin ton ni son,
sintonizadas...

Y bueno... te das cuenta...

Es otra noche donde dejé abierta la puerta
y llegaron las palabras...
una noche que dormí con la boca abierta
y se me salió tu nombre