Desde lo más ínfimo a lo estratosférico
decidiste no tener misterios a tu alrededor...
ni siquiera un dios,
La célula te cautiva,
y el corazón te delata...
Los viajes contigo se vuelven un trance,
y me pregunto cuánto sabes ya de mí
que aun no quieres decirme...
Tal vez bajo un microscopio sería ante tí
algo más claro que sólo sentir,
pero me prefieres de frente
a piel expuesta,
No tengo defensas, no hay murallas,
la invasión de tus tropas en mi territorio
es inminente... conquista... si...
pero habítame... construye tu ciudad...
De la evangelización estoy a cargo,
porque quisiera que sólo creyeras
que está mi cuerpo a la disposición
de tu ciencia...
aquella donde los conocimientos obtenidos
arrojan esta ley de amarte
del micro al macrocosmo
hasta disolvernos nuevamente
en algo que sorprenderá
a los que nos descubran en ese futuro
que tanto te preocupa...
...por la ética científica
de combinar nuestros elementos
para un bien a la humanidad,
destrozando a los crueles corazones
en explosión atómica amorosa
y ser polvo regado en nueva era...
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